Este chico cebolla no tiene muchos amigos en la escuela ya que despide un olor medio fuerte. También, cuando se golpea o se corta, hace que los demás empiecen a llorar y eso no ayuda para nada. Pero bueno, algún día crecerá y conocerá buenos amigos de verdad. jeje.

El es un genio, Jinn, o Djinn que tiene muchos poderes chidos. Puede volar, construir cosas de la nada y raptar princesas. Claro, todo esto siempre ordenado por algún hechicero que se sepa el ritual mágico. De niño recuerdo que uno de los primeros libros que leí fue el de las mil y una noches y creo que eso alimento mi imaginación. Y bueno, los espíritus con poderes son chidos, de todas formas.

Y aquí tenemos una criatura voladora que escupe acido cada vez que come dulces. Los demas monstruos evitan darle de comer los caramelos porque si no hay que esperar horas a que se le baje. Creo que a fin de cuentas no es bueno entrarle duro a los dulces, por lo menos si eres un monstruo.

Yo creo que la naturaleza humana es muy compleja y que en realidad no podemos todo catalogarlo como bueno o como malo. A pesar de eso, hay algunas criaturas, como este monito, que tienen un problema al distinguir las áreas grises y eso les causa confusión. Pero bueno, también creo en la capacidad humana para hacer mas el bien que el mal, aunque a veces parezca que no.

Esta canguro tal vez no este preparada para ser la madre de un dinosaurio, pero por otro lado algún día podría serle útil en caso de que llegasen algunos depredadores a querer comérsela.

Esta muerte encapuchada con mano de ramita  es solo uno de las diferentes espíritus que andan por ahí. Su trabajo es ir a los bosques a llevarse las almas de los arboles que mueren para decidir si los deja entrar al bosque prometido o a la fogata del dolor eterno. Lo bueno es que la mayoría de los arboles del bosque se portan bien, así que casi siempre esta muerte ya se sabe el camino.

Esta señora toda elegante tiene predilección por la opera y asiste cada que tiene chance. Aparentemente usa sus binoculares para mirar al escenario, pero en realidad esta mirando al mesero que trae pastelillos en su bandeja. Y bueno, tema aparte, la experiencia de ver cantantes de opera en vivo es impactante, aun cuando uno no entiende mucho de lo que cantan.

Este vagabundo aprendió a guardar latas de frijoles para el invierno, usando un coche viejo como bodega. Lo malo es que como le encantan los frijoles, se comió las reservas en una noche y ahora tiene que volver a empezar de nuevo.

Este chavo quiere algún día manejar el tren por si mismo, así que ahora hace su mejor esfuerzo para aprender todo lo posible sobre el funcionamiento de la locomotora, aunque eso signifique echarle carbón a la caldera varias veces al día.