Este vagabundo aprendió a guardar latas de frijoles para el invierno, usando un coche viejo como bodega. Lo malo es que como le encantan los frijoles, se comió las reservas en una noche y ahora tiene que volver a empezar de nuevo.
Este vagabundo aprendió a guardar latas de frijoles para el invierno, usando un coche viejo como bodega. Lo malo es que como le encantan los frijoles, se comió las reservas en una noche y ahora tiene que volver a empezar de nuevo.